domingo, 24 de mayo de 2015

No hay su duro pie risco vedado........ Amós de Escalante y Prieto

Amós de Escalante y Prieto

Es el AUTOR de este poema que tantos recuerdos nos trae.


Nuestro soldado
Roto, descalzo, dócil a la suerte,
cuerpo cenceño y ágil, tez morena,

a la espalda el morral, camina y llena

el certero fusil su mano fuerte.


Sin pan, sin techo, en su mirar se advierte
vívida luz que el ánimo serena,
la limpia claridad de un alma buena
y el augusto reflejo de la muerte.


No hay su duro pie risco vedado;
sueño no ha menester, treguas no quiere;
donde le llevan va; jamás cansado


ni el bien le asombra ni el desdén le hiere:
sumiso, valeroso, resignado
obedece, pela, triunfa y muere.


B I O G R A F I A


Nació en Santander el 31 de marzo de 1831. 

Cursó el bachillerato en las aulas del Instituto Cántabro. Amigo y vecino de los hermanos Menéndez Pelayo, durante su juventud pasó largas temporadas en Madrid donde estudió Ciencias Físicas y Naturales, especialidad en la que se doctoró, recorriendo varios puntos de España e Italia. En Madrid residiría hasta que se casó en 1880. 

El trato familiar y cariñoso con la Naturaleza le había mantenido robusto y sano de cuerpo como de alma; aventajado en todo género de ejercicios físicos; nadador de los más intrépidos de la costa; andador incansable, a quien eran tan familiares nuestras montañas y nuestros valles, como los del Alto Italia mucho antes de que se hubiese inventado el alpinismo”. 

En marzo de 1860 fallece a su madre, y a partir de ese momento, su actividad literaria se multiplica en diversos periódicos. En 1880 se casa con María de la Colina y de la Maza, y se traslada a la capital cántabra, que ya no abandonará hasta su muerte. Emplea tanto la prosa como el verso, firmando con el seudónimo de Juan García. Sus buenas maneras, y saber estar, llevaron a Juan Valera a decir de él en cierta ocasión a Menéndez Pelayo que era el mejor educado de los hombres. Menéndez Pelayo dijo en cierta ocasión que “los libros de Escalante los tengo sobre la mesa para aprender de ellos cada día”. Sus aficiones arqueológicas y eruditas y el apego a las tradiciones de su tierra, así como su preferencia por la estética del romanticismo, le llearon a cultivar con éxito el género de la novela histórica. Es uno de los más destacados miembros de la escuela montañesa.1
Murió el 6 de enero de 1902, en su casa del barrio santanderino de Becedo.

En 1956 la Biblioteca de Autores Españoles reunió en dos tomos las “Obras escogidas de don Amós de Escalante”. José María de Cossío le consideró como uno de los fundadores de lo que llama “escuela lírica montañesa”, junto con Laverde y Silió. 

Como muchos autores de su tiempo comenzó publicando en la prensa santanderina y madrileña. Sus primeros libros “Del Manzanares al Darro” (1863) y “Del Ebro al Tíber” (1864), que firmaría con su seudónimo “Juan García”, pueden clasificarse como libros de viajes, igual que “Costas y Montañas” (1871), subtitulado “Libro de un caminante” referido a Cantabria que José María de Cossío definió como “miscelánea de paisajes, recuerdos, tradiciones, historias verdaderas y hasta aspectos sociales contemporáneos, caudalosísima, hasta el extremo de que, como libro de datos, no tenemos otro más puntual y que abarque más partes de nuestra región”. 

En 1873 se introduce en la narrativa con su obra “En la playa”, colección de cinco narraciones impregnadas de idealismo conmovedor, y en 1877 publicó su extensa novela “Ave María Stella. Historia montañesa del siglo XVII”, la más ambiciosa de las que escribió y surgida de sus preferencias por la estética del romanticismo y la moda de las novelas históricas. Completan su producción narrativa algunos relatos aparecidos en “La Ilustración Española y Americana”, como “El Veredero” (1873) o “Doctoral y penitenciario” (1875). Ya en edad madura, Amós, gran aficionado a la lectura y a la poesía de Byron, Lamartine, Shakespeare o Leopardi, coleccionó en edición privada su intensa labor lírica esparcida en diarios y revistas con el título de “Poesías. Marinas. Flores. En la Montaña” (1890) que sería reeditada póstumamente en 1907 con un estudio crítico de Marcelino Menéndez Pelayo que descubriría del poeta que “La religión y la vida doméstica le habían enseñado el precio de las virtudes sencillas. 


2 comentarios :

  1. Un bisnieto de Don Amós hizo la mili en la COE 51 de Burgos y estuvo recitando el poema durante un año sin saber que lo había escrito su antepasado. No se enteró hasta diez años después, al releer las obras competas del poeta montañés...

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    1. Hace casi 30 años que hice la milk en la coe 51 de Burgos donde habia dos compañias que todas las noches en formacion recitaban su oracion.Por cierto un amigo mio hizo la mili en las coes de La Coruña y tenian el mismo rezo.

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