Amós de Escalante y Prieto
Es el AUTOR de este poema que tantos recuerdos nos trae.
Nuestro soldado
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Nació en Santander el 31 de marzo
de 1831.
Cursó el bachillerato en las aulas del Instituto Cántabro. Amigo y
vecino de los hermanos Menéndez Pelayo, durante su juventud pasó largas
temporadas en Madrid donde estudió Ciencias Físicas y Naturales, especialidad
en la que se doctoró, recorriendo varios puntos de España e Italia. En Madrid
residiría hasta que se casó en 1880.
El trato familiar y cariñoso con la Naturaleza le había mantenido robusto y sano de cuerpo como de alma; aventajado en todo género de ejercicios físicos; nadador de los más intrépidos de la costa; andador incansable, a quien eran tan familiares nuestras montañas y nuestros valles, como los del Alto Italia mucho antes de que se hubiese inventado el alpinismo”.
En marzo de 1860 fallece a su madre, y a partir de ese
momento, su actividad literaria se multiplica en diversos periódicos. En 1880
se casa con María de la Colina y de la Maza, y se traslada a la capital cántabra,
que ya no abandonará hasta su muerte. Emplea tanto la prosa como el verso,
firmando con el seudónimo de Juan
García. Sus buenas maneras, y saber estar, llevaron a Juan Valera a decir de él en cierta ocasión a Menéndez Pelayo que era el mejor educado de los hombres.
Menéndez Pelayo dijo en cierta ocasión que “los libros de Escalante los
tengo sobre la mesa para aprender de ellos cada día”. Sus aficiones
arqueológicas y eruditas y el apego a las tradiciones de su tierra, así como su
preferencia por la estética del romanticismo, le llearon a cultivar con éxito
el género de la novela histórica. Es uno de los más destacados miembros de la
escuela montañesa.1
Murió
el 6 de enero de 1902, en su casa del
barrio santanderino de Becedo.
En 1956 la Biblioteca de Autores Españoles reunió en dos tomos las “Obras escogidas de don Amós de Escalante”. José María de Cossío le consideró como uno de los fundadores de lo que llama “escuela lírica montañesa”, junto con Laverde y Silió.
Como muchos autores de su tiempo comenzó
publicando en la prensa santanderina y madrileña. Sus primeros libros “Del
Manzanares al Darro” (1863) y “Del Ebro al Tíber” (1864), que firmaría con su
seudónimo “Juan García”, pueden clasificarse como libros de viajes, igual que
“Costas y Montañas” (1871), subtitulado “Libro de un caminante” referido a
Cantabria que José María de Cossío definió como “miscelánea de paisajes,
recuerdos, tradiciones, historias verdaderas y hasta aspectos sociales
contemporáneos, caudalosísima, hasta el extremo de que, como libro de datos, no
tenemos otro más puntual y que abarque más partes de nuestra región”.
En 1873
se introduce en la narrativa con su obra “En la playa”, colección de cinco
narraciones impregnadas de idealismo conmovedor, y en 1877 publicó su extensa
novela “Ave María Stella. Historia montañesa del siglo XVII”, la más ambiciosa
de las que escribió y surgida de sus preferencias por la estética del
romanticismo y la moda de las novelas históricas. Completan su producción
narrativa algunos relatos aparecidos en “La Ilustración Española y Americana”,
como “El Veredero” (1873) o “Doctoral y penitenciario” (1875). Ya en edad
madura, Amós, gran aficionado a la lectura y a la poesía de Byron, Lamartine,
Shakespeare o Leopardi, coleccionó en edición privada su intensa labor lírica
esparcida en diarios y revistas con el título de “Poesías. Marinas. Flores. En
la Montaña” (1890) que sería reeditada póstumamente en 1907 con un estudio
crítico de Marcelino Menéndez Pelayo que descubriría del poeta que “La religión
y la vida doméstica le habían enseñado el precio de las virtudes sencillas.