Prueba. Los Boinas Verdes fueron una fuerza vital durante la guerra de Irak. Cubren todo el espectro de un militar, desde la planificación hasta el combate, pero están entrenados para no apretar el gatillo en lo posible.
Riesgo latente
La Administración Obama se pondrá a prueba con la integración de Boinas Verdes en Irak. El riesgo de perder vidas de estadounidenses es latente.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pondrá a prueba en Irak su política de usar fuerzas especiales para cambiar el rumbo de guerras a favor de sus aliados con el envío de 300 miembros de fuerzas de élite, capaces de urdir ataques singulares sin arrastrar al país a nuevos conflictos.

Fuentes del Pentágono han indicado a medios estadounidense que la mayoría de estos efectivos estadounidenses serán Boinas Verdes, la fuerza de élite del Ejército estadounidense pensada para guerras no convencionales, la nueva doctrina desde los atentados del 11-S.


“Los Boinas Verdes son una fuerza entrenada al más alto nivel, pensadas para trabajar conjuntamente con las fuerzas locales, lo que las diferencia de todas las demás”, explicó a Efe Jason McCarthy, Boina Verde retirado y que estuvo en Irak en 2007.


Los Boinas Verdes aprenden árabe, la cultura local, y a cómo interactuar con las tropas aliadas para evitar malentendidos en ambientes hostiles y de alta tensión en los que un error puede costar vidas.


“Estamos entrenados para ser la fuerza de liderazgo experta en combate no convencional (...), entrenamos a las fuerzas locales, asesoramos para que tomen la iniciativa en el combate y en caso necesario también podemos entrar en acción”, explicó McCarthy.


Aunque la Casa Blanca ha reiterado que estas tropas no tienen un rol de combate en Irak, los Boinas Verdes que operarán en cuarteles iraquíes por primera vez desde 2011 están entrenados para combatir en las peores situaciones.


“Los Boinas Verdes fueron una fuerza vital durante la guerra de Irak (...). Cubren todo el espectro de un militar, desde la planificación hasta el combate, pero estamos entrenados para no apretar el gatillo en lo posible”, detalla el excombatiente y fundador de Goruck, una empresa de accesorios de inspiración militar.


Ante el Ejército iraquí y los “300 espartanos” estadounidenses estarán las milicias cada vez mejor preparadas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), que según los cálculos cuenta con más de 10,000 milicianos y cientos de millones de dólares en fondos y equipamiento militar.


“Los militares estadounidenses se van a encontrar con unas fuerzas del Gobierno iraquí que se están desintegrando y van a tener que recopilar urgentemente información sobre qué es lo que pasa en el campo de batalla”, explicó Austin Long, exasesor militar de Estados Unidos en Irak. Los primeros equipos militares, que podrían incluir además de Boinas Verdes, Navy Seals o Delta Forces, serán desplegados en el inestable y lejano norte de Irak, así como en los alrededores de Bagdad, un movimiento que puede tornarse en una crisis para Obama si la situación empeora y se pierden vidas de militares estadounidenses.



Si el avance del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) no era suficiente calvario para los iraquíes, ahora el país se enfrenta a lo que los asesores militares de Estados Unidos han definido como un Ejército psicológicamente derrumbado y técnicamente incapaz de combatir contra una insurgencia que sólo deja muerte por donde pasa.
Los 300 ‘boinas verdes’ que Barack Obama autorizó a viajar la semana pasada a Irak para asesorar a las Fuerzas Armadas se han encontrado con un grupo de soldados en situación crítica, con una gran falta de equipos y golpeados por las deserciones, que son incapaces de obtener significativas victorias y recuperar parte del territorio que los renegados de Al Qaeda han conseguido tomar. No sólo eso, sino que parece que no serán capaces de alcanzar este objetivo ni siquiera en los próximos meses…ni en los próximos años.
Después de decenas de miles de deserciones, el Ejército iraquí se encuentra “psicológicamente derrumbado” ante la ofensiva del ISIS. Así lo recogen los diarios estadounidenses, entre ellos ‘The Washington Post’ y ‘The New York Times’. Hasta tal punto ha llegado la desesperación del país que el primer ministro, Nuri al Maliki, está basando su defensa en personal voluntario que, en ocasiones, no recibe más que una semana de formación y entrenamiento militar.
“Con el tiempo, lo que ha ocurrido es que el Ejército iraquí ha dejado de tener capacidad para defenderse a sí mismo”, asegura Rick Brennan, analista y exasesor de las fuerzas estadounidenses iraquíes. “Si no fuéramos capaces de encontrar una manera de hacer alguna diferencia significativa con el Ejército iraquí en lucha contra la insurgencia, creo que podríamos estar ante el comienzo de la desintegración del estado de Irak”, asegura.