Cuando uno edita un BLOG le gusta tener visitas diarias,
seguidores y que la gente lo lea y lo vea.
Acabo de encontrar este BLOG que acaba de poner en marcha el
General Dávila tan solo hace unos días.
Me ha gustado lo que he leído y quiero ayudarle a conseguir
visitas.
Por este motivo quiero dejar este enlace a su BLOG.
También reproduzco el primer artículo que ha publicado en su
BLOG.
Adelante mí General sea Ud. bien recibido en la BLOGOSFERA.
Se presenta un soldado
Siento la necesidad de escribir, sin tapujos ni temores. La
antigüedad es un grado y los años te permiten ciertas licencias que en
el fondo el que las lee o escucha te lo agradece. Se trata de buscar la
verdad y lo que sé, contarlo, contarlo todo; al menos lo que es de
interés, a juicio del que escribe por supuesto. Esta Patria nuestra está
muy mediatizada por ciertos intereses y la vida te obliga a doblegarte
si quieres seguir en tu puesto y no crearte problemas. Nadie cuenta casi
nada y si lo cuenta es por despecho. Todos hemos tenido que callar en
ciertos momentos. Quiero contar lo que veo y siento y lo que he vivido y
sentido. A por ello voy.
Mi vida ha sido pródiga en acontecimientos. Ha sido una vida de
soldado, la de “a pié y sin dinero” pero también he vivido pisando
gruesas moquetas. Empecé muy joven e ilusionado. Sigo como entonces
pero madurando todavía lo que he visto y vivido. Soy ahora General, ya
retirado, lo que me cuesta asumir, lo reconozco. Ser General es lo
máximo a lo que un soldado puede aspirar pero yo creo que es un error,
porque ser militar es servir y no “llegar a”. Siento el generalato
dentro de esa acepción del diccionario de la RAE “lo más común”(es broma
no sea que se enfaden los compañeros). Preferiría haber sido siempre y
para siempre Capitán, aunque como dicen, sea de bandidos.
Soy boina verde, guerrillero, es decir diplomado en Operaciones
Especiales, paracaidista, diplomado de Estado Mayor y no sé cuantas
cosas más. Tengo seis hijos pero creo que tengo más cursos que hijos.
Por cierto ninguno de mis hijos, después de una larga tradición familiar
militar, ha seguido la carrera de las armas. Silencio.
Tenéis mi vida resumida en ese cuadro que os pongo, regalo de mis compañeros el día que pasé a la Reserva.
Poco importa. Lo que importa es lo que empieza a partir de ahora.
Si tuviese que resumir lo que para mi es la vida militar, lo haría
remitiéndome a la sencillez de lo que escribió un soldado de los Tercios
de Flandes, Pedro Calderón de la Barca. Me refiero a esos versos
inigualables de Pedro Calderón de la Barca de su obra “Para vencer a
amor, querer vencerle”. La otra obra cumbre, en mi criterio, es el Credo
de la Legión. Quien no se emocione y sienta cada palabra de estos
textos como propia, creo que no vale para ser soldado.
He mandado la Guardia Real y la Legión. ¡Que puedo decir! Los mejores
soldados del mundo y no es un privilegio sino un honor. Nada hay como
el soldado español y mi única aspiración ha sido estar a su altura. No
sé si lo he conseguido pero he luchado por ellos y lo seguiré haciendo.
Merece la pena España y sus soldados.
No somos una marca, somos una Nación con una historia envidiable.
Mirad, si en el exterior tenemos atractivo es por nuestra historia y
por nuestra individualidad. Ser español es algo grande. Espero que nos
enteremos de eso y de eso quiero escribir. En cualquier caso con
humildad, estoy a vuestras órdenes.
Mandar es difícil y mi criterio sobre el mando lo expuse en una columna que escribí hace tiempo.
Con esa columna quiero empezar mi blog:
[...] EL ARTE DE MANDAR
Con demasiada frecuencia escuchamos que para resolver nuestros
actuales males políticos, económicos, institucionales, incluso morales,
necesitamos un líder, lo que traducido al lenguaje militar equivale a
decir que necesitamos a alguien que mande. Mandar se asimila a lo
militar olvidando que la vida en todos sus aspectos es una alternancia
entre mando y obediencia. No es fácil mandar y sí hacerlo
irresponsablemente provocando daños irreparables. Mandar no es sólo una
facultad o poder asociado al aspecto legal y con respaldo institucional.
Cuando se manda bien, es la autoridad moral la que motiva y emociona
moviendo al grupo hasta límites insospechados porque tiene una
referencia a seguir, una disciplina moral que cumplir, un ejemplo a
imitar.
Hoy, alejado del mundo activo de la milicia, no olvido a los que
mandé ni a los que obedecí. Entre estos últimos hubo uno al que recuerdo
especialmente porque antes de asumir una de mis mayores
responsabilidades de mando, me tradujo en palabras el arte del bien
mandar.
Mandar, me decía, es una tarea tan absorbente que nunca habrás
dado nada hasta haberlo dado todo, hasta que no te hayas vaciado por
entero en tu mando. Mandar no es un privilegio, es un honor. Es una obra
de arte, muy distinto a dar órdenes o a obligar.
Tus órdenes han de ser claras, que se entiendan, que se cumplan,
que cada uno sepa lo que se le pide, y si es posible, por qué se le
pide.
Debes mantener la idea elegida sin vacilaciones ya que no hay
nada más amargo que verse sometido a las oscilaciones de un jefe
vacilante en sus decisiones.
Debes de estar atento a conocer nuevas ideas y aceptar propuestas
ajenas. Y recuerda que el que está a tus órdenes no está a tu servicio
personal.
Ante un problema difícil, cuando no puedas consultar, confía en
tu intuición, pues cuando se conoce el oficio y se está identificado con
él, la intuición te marcará el camino a seguir.
Debes de ser constante en el esfuerzo, evitar prisas y desorden.
Ser cortés, pues la cortesía es inseparable de la disciplina.
Cortés en la precisión y limpieza de la palabra, en la actitud, en el
gesto, en la voz y en los modales.
Cuenta siempre con el apoyo de tus colaboradores y el consejo de
los más cercanos y busca en todos la lealtad por encima de todo.
Nunca pienses en ti, hazlo primero en la misión que te han confiado y en los hombres que tienes para cumplirla.
Terminaba deseándome suerte, pero no la fortuita o casual,
`porque en la mayoría de los casos, me decía, sólo los capaces son
afortunados.
Escribo esto sólo con el deseo de que algunos repasen y revisen
su forma de mandar porque cada vez son más los que mandan (mal) y legión
los que padecemos sus consecuencias.
A sus ordenes mi vuecencia.
ResponderEliminarEs usted un héroe en toda su expresión, y quien haya estado bajo "ordenes" sabe muy bien de que estoy hablando.
Con su permiso, me gustaría invitarle a ser miembro del grupo en el Facebook, VETERANOS BOINAS VERDES ESPAÑOLES. Grupo que lleva casi tres años en funcionamiento. Y goza de la suerte de tener miembros de todas las Coes Españolas.
Con su permiso intentaré ponerme en contacto con Vuecencia.
Puede usted contar con un buen puñado de guerrilleros de remplazo, así como mandos "retirados" y activos, que seguro y de buen grado, le vamos a seguir en su blog.
Taconazo y saludo.
ANGEL G.B.
COE 31.
PD. gracias al Cabo 1º Redondo (creador de este espacio) Por tu magnifica tarea en este, NUESTRO MUDILLO". Un abrazo a ambos.
A sus órdenes mi General, un guerrillero de la 52
ResponderEliminarQueridos amigos ¡Gracias! y me pongo a vuestra disposición. Podéis contactar conmigo en mi blog generaldavila.wordpress.com o en twitter @GeneralDavila.Siento no tener facebook.
ResponderEliminarUn abrazo y de nuevo gracias y a vuestra disposició. General Dávila