tenerife

Veteranos boinas verdes homenajean a un compañero de La Punta fallecido

Miembros del 2º reemplazo del 90 de la COE entregan hoy una placa a la madre de Ángel Febles, que murió atropellado el 28 de abril

Yaiza Rodríguez 16.05.2015 | 20:22

Ángel Febles Ramos. LOT

Un grupo de veteranos de la Compañía de Operaciones Especiales (COE) 82 de Gran Canaria realizan hoy un homenaje al vecino de Punta del Hidalgo, Ángel Febles Ramos, más conocido como Angelito, fallecido el pasado 28 de abril atropellado en la zona de La Charca (TF-13), en Bajamar, del que fueron compañeros de unidad. El fallecido pertenecía al mismo reemplazo que los veteranos: 2º del 90.

El acto de recuerdo tendrá lugar hoy, a las 13:00 horas, en el cementerio de La Punta. Así, Damián Orosa Mosegue, uno de los veteranos que ha organizado el homenaje, señala que realizarán un minuto de silencio en honor al fallecido, pondrán flores en su tumba y entregarán una metopa a la madre de Ángel Febles.

De esta manera, los antiguos boinas verdes quieren hacer una muestra de respeto a su excompañero, con quien coincidieron durante un año sirviendo en las COES. Así, está previsto que acudan hasta Punta del Hidalgo alrededor de 15 compañeros, además de familiares, amigos y vecinos del pueblo de la Comarca Nordeste.

La idea de realizar este homenaje surgió al enterarse del fallecimiento de su compañero por las redes sociales. "Cada año realizamos un encuentro de veteranos y aunque en esta ocasión ya teníamos previsto hacerlo en Gran Canaria tras el verano, al hablar todos decidimos que sería mejor adelantarlo y hacerlo en Tenerife", señala Damián Orosa.

Además, el exmiembro de los guerrilleros asegura que uno de los hermanos del fallecido, con quien ha contactado para organizar el acto, "estaba muy agradecido con nosotros porque no pensaba que Ángel mantuviera tan buenas amistades después de tanto tiempo". Los compañeros de Ángel Febles lo recuerdan como una persona muy alegre y, sobre todo, "muy buena gente". Angelito, que falleció a los 44 años, era muy querido en su pueblo. De hecho, durante su velatorio, quienes lo conocían lo describían como una personas servicial, educada y alegre que estaba siempre dispuesta a ayudar a todo el mundo, y como un imprescindible en las fiestas de su pueblo, donde anima el ambiente.

Una de sus grandes aficiones era caminar, de ahí su apodo de El caminante, y así, era capaz de recorrer por varios municipios sin necesidad de utilizar ningún medio