Aunque se trata de una noticia atrasada relata cosas interesantes sobre nuestros compañeros paracaidistas. Merece la pena su lectura.
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DEFENSA-PARACAIDISTAS
viernes, 19 de febrero de 2010, 16:32
Alcantarilla (Murcia).- El Príncipe Felipe observó hoy, en la base aérea de Alcantarilla, un simulacro de ataque a un convoy militar en el que dos cazas le dan apoyo aéreo y un soldado resulta herido y es evacuado en helicóptero por miembros del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas, mas conocidos como "boinas verdes".
Don Felipe, vestido con el traje de camuflaje árido que los soldados españoles llevan en Afganistán, se ha interesado por los modernos medios con que cuenta esta unidad, entre ellos su túnel de viento, el mas moderno de Europa, donde observó de cerca las prácticas de caída libre con paracaídas cerrado en una situación que simula el vuelo real, y que durante estos días ha sido probado por tropas de elite alemanas y que habitualmente es visitado por militares de Europa.
El clima benigno del sureste español, propicio para los saltos de prácticas, y sus modernas instalaciones están siendo valoradas por la OTAN para una posible escuela de paracaidismo multinacional, según fuentes militares consultadas por EFE.
El escuadrón cuenta con unos 300 efectivos que desde el año 2005 se turnan 35 miembros cada dos meses y medio en Afganistán, donde trabajan como equipo de alerta permanente preparado para una posible evacuación o rescate durante las misiones de reconocimiento, así como en otras labores de apoyo aéreo.
Desde mayo de 2005 esta unidad forma parte de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad de Afganistán (ISAF) con la misión de proteger a las fuerzas españolas desplegadas en el país en apoyo de operaciones aéreas y formando equipos que, a bordo de helicópteros, protegen las operaciones de evacuación médica.
El Príncipe estuvo acompañado en su visita por el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA), el general José Jiménez Ruiz, y por el General Jefe del Mando Aéreo de Combate, el teniente general José Froilán Rodríguez Lorca, del que depende directamente este escuadrón.
En la demostración táctica se incluyó una operación de una patrulla de paracaidistas, cuyo salto a mil metros de altura, en la modalidad HALO o de gran altitud con oxígeno, fue observado por el Príncipe desde el mismo Aviocar que los transportaba.
El escuadrón, con récord de España de lanzamiento en 1997, a 38.500 pies, es una unidad emblemática de operaciones especiales del Ejército del Aire.
Sus miembros han participado en numerosas misiones internacionales de todo tipo, desde Namibia (1989-1990) en su primera misión con la ONU; a los Balcanes, con UNPROFOR (1993), y el año siguiente en la guerra entre hutus y tutsis de Ruanda, y también rescataron a 250 náufragos de buques tan conocidos como el Casón, Topoloveni y Mar Egeo, siendo referencia del paracaidismo militar fuera de España.
El tipo de operaciones de combate que realizan requiere un adiestramiento especial de 4 meses tras los que realizan con el Ejército del Aire y que incluye 2 semanas de supervivencia, tras lo que se les concede la boina verde que sustituyen a la negra que portan al llegar a la unidad.
A sus miembros, al igual que el resto de unidades de operaciones especiales de la Alianza Atlántica, se les identifica por esa boina verde que portan desde 1997, y como anécdota, hoy el Príncipe, a la hora de hacerse la fotografía de familia con el escuadrón, recibió una de estas boinas con el grado de teniente coronel (dos estrellas de ocho puntas) para que saliera con ella en la instantánea.
Los orígenes del escuadrón se remontan a 1946 cuando se constituye en Alcalá de Henares la Primera Bandera de Paracaidistas en base a las enseñanzas extraídas de la II Guerra Mundial, tras observar su efectividad en unidades de elite como la Compañía Easy americana.
Un año mas tarde se trasladaría a su actual ubicación en Alcantarilla (Murcia) y su bautismo de fuego fue en la campaña de Sidi-Ifni, el 8 de diciembre de 1957, y en 1965 se conforma como escuadrilla de zapadores paracaidistas con boina negra y el lema "Sólo merece vivir quien por un noble ideal está dispuesto a morir", hasta que en 2002 se constituye en su actual entidad de escuadrón.
El 25 de junio de aquel año la base fue visitada por el Príncipe, quién observó entonces las obras del túnel de viento, cuyo funcionamiento comprobó hoy, comentando con los dos paracaidistas que hicieron la demostración cómo el más mínimo movimiento de una mano supone un giro u otro de todo el cuerpo al caer.
